La Aljafería ofrece una muestra de dibujos arquitectónicos italianos

El Tempietto de San Pietro in Montorio que fue regalado por Fernando el Católico al papado, la Chiesa del mismo nombre donde abundan los escudos aragoneses, la Academia de España o la Piazza Navona son algunos de los edificios que están representados en la exposición que acoge  el Palacio de la Aljafería. Con un aparente sentimiento de inacabados, el arquitecto Henryk Dabrwoski es el responsable de que por unos días Zaragoza tenga un importante legado de la vecina Italia.

El Palacio de la Aljafería en Zaragoza se convierte en la sede de una exposición que muestra la belleza de Italia a través de los dibujos del arquitecto y pintor Henryk Dabrowski. La muestra consta de 13 diseños del artista polaco y estará abierta al público desde hoy y hasta el próximo 26 de diciembre. A través de ella, los visitantes podrán recorrer y explorar las plazas y monumentos de Italia a través de los trazos de Dabrowski.

La exposición consta de 13 dibujos en soporte de cartón, madera o papel de dibujo, realizados de técnica mixta de lápiz de grafito, tinta china, acuarela, aguada, bolígrafo o raspado de la superficie para hacer trazos blancos, datados en el año 1965 y procedentes de la Embajada de España en Roma.

La colección «Henryk Dabrowski en Italia» proviene de los fondos de la Colección del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y tal y como han afirmado desde las Cortes de Aragón, “es una forma única de descubrir la arquitectura de la Piazza Navona o el Tiempìetto de San Pietro”.  Su estilo destaca por un dominio absoluto de la perspectiva lineal y aérea, con dibujos de gran tamaño realizados a lápiz, carboncillo o tinta con toques de tiza o aguada. Concretamente las láminas expuestas componen una colección que representa diversos edificios de titularidad española en territorio italiano tras el encargo realizado por el Gobierno español al arquitecto y dibujante Henryk Dabrowski.

Uno de los rasgos más característicos y destacables de Drabowski y que manifiesta en sus obras es la conjunción de una desarrollada capacidad técnica con su intuición innata. El trazado que en ocasiones desarrolla directamente a tinta desde el boceto inicial demuestra una enorme seguridad a la hora de afrontar el dibujo. A esa cuestión contribuye su formación como arquitecto, ya que las líneas auxiliares que permanecen durante todo el proceso evidencian los conocimientos constructivos de cada uno de los elementos que componen los edificios.

Esta faceta resulta totalmente coherente en la figura de un académico que ocupó la cátedra de dibujo de la escuela de arquitectura politécnica de Varsovia desde 1992. Esa destreza se plasma no solo en la representación de la arquitectura y el espacio sino también en las figuras humanas, animales y vegetales que aparecen en muchas de sus obras.

El efecto que consigue en el espectador es evocador y ese presunto estado inacabado de sus láminas sobre las que permanecen las líneas auxiliares conviviendo con manchas de color a modo de apuntes insinúan una realidad alternativa mucho más sugerente que la que pudiese conseguir mediante una descripción directa proveniente del hiperrealismo. De ahí que a este autor se le haya denominado como “El Piranesi polaco”, por su capacidad de evocación.

Henryk Dabrowski, arquitecto polaco nacido en Varsovia en 1927 y fallecido en 2006, fue profesor en la Universidad Tecnológica de Varsovia. Durante sus numerosos viajes por Francia, Bulgaria, Escocia, Austria e Italia, Dabrowski dejó un legado de más de mil dibujos, que destacan por su dominio absoluto de la perspectiva lineal y aérea. Sus obras, realizadas en lápiz, carboncillo o tinta con toques de tiza o aguada, son de gran tamaño y cautivan por su detalle y precisión.

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