Nuevamente, las marchas lentas de tractores han tomado las carreteras aragonesas, generando notables inconvenientes en la movilidad. Los agricultores persisten en su argumento de que la política agraria actual es injusta y exigen cambios urgentes. Para este jueves, en la marcha convocada por los sindicatos, se anticipa la llegada a Huesca de hasta seis columnas de tractores procedentes de diversas comarcas.
En Zaragoza, los agricultores interrumpieron el tráfico en la A-68, cerca de Alagón, durante media hora. Posteriormente, avanzaron en marcha lenta hasta Pinseque, ocasionando una larga fila de vehículos en la carretera.
En Huesca, la N-240 volvió a ser testigo de las marchas lentas, causando retenciones de varios kilómetros entre Huesca y la autovía A-22, con paso por Siétamo. Los agricultores lograron acceder nuevamente al centro de la ciudad, estacionando sus tractores en la avenida Monegros y entregando un manifiesto tanto al Subdelegado del Gobierno como al Presidente de la Diputación Provincial.
En las Cuencas Mineras, la rotonda de Montalbán, punto de convergencia de las N-211 y N-420, fue el lugar seleccionado por los agricultores para expresar su descontento con la situación del sector primario. Se realizaron dos cortes, generando retenciones, y también se llevó a cabo una marcha lenta, transitando por Utrillas. Las protestas se extendieron al Jiloca, donde se bloqueó la autovía, y al Bajo Aragón, con nuevas marchas lentas.
«Estamos todos muy animados y motivados, porque están arruinando la agricultura, la ganadería y nuestros pueblos», expresó un agricultor a los medios de Aragón TV, mientras que otro destacó: «Antes, con papel, libreta y bolígrafo, llevábamos la contabilidad, pero ahora necesitamos cuadernos digitales, y la agricultura está avanzando mientras las personas no están preparadas para esto».
Los agricultores advirtieron que continuarán en las calles hasta que se escuchen sus demandas y se tomen medidas al respecto.