El informe preliminar del ejército de Israel indica que el ataque que resultó en la muerte de 7 cooperantes fue el resultado de una «identificación errónea». El incidente involucró el uso de drones, que dispararon munición de alta precisión hasta en tres ocasiones contra el convoy humanitario de World Central Kitchen (WCK).
Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, declaró: «Quiero ser muy claro: el ataque no tuvo la intención de dañar a los trabajadores humanitarios de WCK. Fue el resultado de una identificación errónea, ocurrida de noche durante una guerra y en condiciones muy complejas. No debería haber ocurrido».
El ejército ha atribuido la responsabilidad de esta acción a mandos inferiores, comprometiéndose a llevar a cabo una investigación exhaustiva para satisfacer las demandas internacionales. Figuras destacadas como Rishi Sunak y Josep Borrell ya han exigido responsabilidades a Netanyahu.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha calificado las explicaciones del ejército israelí como «insuficientes», destacando que el gobierno israelí estaba al tanto de la presencia y la ruta del convoy de WCK.
Durante una conferencia de prensa en Doha, Sánchez reiteró su intención de reconocer a Palestina como Estado «tan pronto como sea posible», además de respaldar la adhesión de Palestina como miembro de pleno derecho en las Naciones Unidas.