Al menos tres personas fallecieron y varios periodistas resultaron heridos en un reciente ataque perpetrado por las Fuerzas Armadas rusas en Zaporiyia, al sur de Ucrania. El gobernador de la región, Ivan Fedorov, ha destacado la crueldad de estos ataques, mencionando que se lanzaron dos misiles inicialmente y, posteriormente, tras la llegada de equipos de emergencia y seguridad, se lanzó otra ofensiva, pasados más de 40 minutos.
Entre los heridos, cuatro se encuentran en estado grave, incluyendo a dos periodistas que se dirigieron al lugar para cubrir el primer ataque. Además, el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, informó que las fuerzas rusas también atacaron la región de Járkov, elevando el número total de heridos a 20 en ambas provincias.
Klimenko denunció la acción rusa, señalando que los ataques ocurren justo cuando llegan la policía, los rescatistas, los médicos y los periodistas para ayudar a las víctimas, instando a la población local a seguir las alertas aéreas y enfatizando que ninguna urgencia justifica poner en riesgo vidas.
Estos eventos se suman a una serie de prácticas similares denunciadas por las autoridades ucranianas en los últimos días. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, calificó un ataque anterior contra trabajadores de emergencia en Járkov como «despreciable y cínico», que resultó en la muerte de tres trabajadores.