La movilidad compartida está experimentando un resurgimiento en Zaragoza con la incorporación de nuevas empresas como Yego y Bird, que han revolucionado el panorama tras la partida de Reby y otras compañías. Este renacimiento incluye la oferta de más de un millar de vehículos de alquiler, que abarcan desde patinetes hasta motos eléctricas.
El desembarco de estas firmas ha generado un cambio significativo en el sector, caracterizado por la volatilidad y la competencia. Además, se espera que en los próximos meses se sumen alrededor de cien triciclos eléctricos de la empresa Minits, ampliando aún más la oferta de movilidad en la ciudad.
El interés de estas compañías se debe en parte al crecimiento de la demanda de servicios de micromovilidad en Zaragoza. Según datos del Ayuntamiento, se realizan alrededor de 42.400 desplazamientos en patinete, 50.000 en bicicleta y 44.800 en moto cada día. Este escenario ofrece un gran potencial para las empresas del sector, que buscan aprovechar esta tendencia hacia una movilidad más sostenible.
El marco regulatorio, caracterizado por una política de ‘puertas abiertas’ por parte del Ayuntamiento, ha facilitado la entrada de nuevas empresas y la expansión de la movilidad compartida en la ciudad. Este enfoque se alinea con el objetivo de convertir a Zaragoza en una urbe climáticamente neutra para el año 2030.
Actualmente, Bolt es la empresa con mayor presencia en la capital, con alrededor de 600 patinetes desplegados en diversos barrios. Otras empresas como Bird y Yego también están ganando terreno, ofreciendo opciones de movilidad adicionales como motos eléctricas.
El futuro de la movilidad compartida en Zaragoza dependerá en parte de la respuesta del público a las nuevas restricciones, como el uso obligatorio de casco y la prohibición de circular en patinete para menores de 16 años. Sin embargo, las empresas del sector se muestran optimistas sobre el crecimiento continuo de la movilidad compartida en la ciudad.