La tranquilidad que predominaba en la campaña electoral del País Vasco ha sido sacudida por las declaraciones del candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, quien se negó a calificar a ETA como banda terrorista. Esta postura ha desatado una oleada de críticas hacia la formación abertzale por parte de todos los partidos políticos.
El Gobierno ha condenado firmemente las palabras de Otxandiano, calificándolas de «cobardes» y destacando que reflejan un negacionismo incompatible con la historia del país y la democracia que derrotó al terrorismo de ETA. Sin embargo, fuentes gubernamentales descartan que estas declaraciones afecten a los pactos entre el PSOE y Bildu.
La oposición ha arremetido contra el Gobierno, acusándolo de hipocresía y de mantener una actitud electoralista. Vox ha recordado al PSOE su dependencia del voto favorable de Bildu, mientras que el PP ha señalado que las críticas actuales podrían ser estratégicas y que después de las elecciones podrían llegar a pactar con Bildu.
Por su parte, el candidato socialista a Lehendakari, Eneko Andueza, ha descartado cualquier posibilidad de pacto con Bildu. Además, las víctimas del terrorismo, como Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE, han criticado duramente a EH Bildu, calificándola como la cara dura de la violencia de ETA y rechazando cualquier intento de blanqueamiento por parte del Gobierno.
A pesar de las críticas generalizadas, el Presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha mostrado su apoyo a Bildu, defendiendo su relación con los abertzales y confirmando su presencia en el fin de campaña de la formación este viernes.