La Libertad de Expresión no se toca

 

En una democracia madura como la nuestra, la libertad de expresión es un principio fundamental que debe protegerse en todo momento. Sin embargo, esta libertad a menudo se ve desafiada por la difamación y los bulos que circulan en algunos medios de comunicación y en las redes sociales.

No obstante, cada individuo tiene derecho a expresar sus opiniones libremente, incluso si estas son críticas o controvertidas. Sin embargo, esto no debería permitir la difamación o denigración de otros sin pruebas, ya que la ley establece límites claros al ejercicio de la libertad de expresión.

Es crucial entender que la libertad de expresión no tiene nada que ver con la libertad de difamación. Mientras que la primera implica la capacidad de expresar ideas y opiniones sin censura, dentro de los límites establecidos por la ley, la segunda no existe y solo implica difundir información falsa o perjudicial sobre alguien, lo cual ya está sujeto a consecuencias legales.

Cuando se difunde información falsa o se difama a una persona, se están poniendo en peligro sus derechos y su reputación. En una democracia, esto no puede ser tolerado, y los tribunales están disponibles para aquellos que han sido difamados o ultrajados, para que puedan buscar justicia y reparación.

En resumen, la libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia y no debe ser utilizada como una excusa para difamar o denigrar a otros, ni tampoco esas difamaciones como una excusa para censurarla.

Por ejemplo, tú estás en un partido de fútbol y puedes decir, gritar y juzgar con tu percepción lo que te dé la gana, sólo faltaría. Sin embargo, si en el ejercicio de tu libertad de expresión utilizas insultos xenófobos, racistas, etc., no hay que cambiar nada, simplemente y con la ley actual en la mano, atente a las consecuencias.

Por eso creo que la libertad de expresión debe ser preservada y defendida en todo momento. Precisamente en el ejercicio de esa libertad de expresión, otros pueden expresar su desacuerdo y argumentar que puede ser necesario establecer ciertos límites, pero desde mi punto de vista, lo tengo tan claro que no creo ni que haya lugar al debate; la Libertad de Expresión no se toca.

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