En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Zaragoza, la Audiencia Provincial ha dictaminado una sentencia de dos años de prisión para Luis M. G., de 66 años, por un delito de agresión sexual contra una niña de 9 años. Este incidente tuvo lugar después de que el hombre, vecino y amigo de la abuela de la menor, realizara tocamientos inapropiados durante un supuesto juego.
A pesar de la defensa del acusado, quien afirmaba que simplemente había estado jugando y nunca tuvo intenciones libidinosas, el tribunal consideró que sí hubo tocamientos de índole sexual. La Fiscalía y la acusación particular habían solicitado penas más severas, basadas en la afirmación de la niña de que el hombre también había intentado introducirle un dedo en el ano.
Sin embargo, la Audiencia determinó que este último aspecto no estaba respaldado por pruebas contundentes más allá del testimonio de la niña. Aunque se encontró material genético del acusado en la ropa interior de la víctima, no se hallaron pruebas de la supuesta penetración anal.
El tribunal también ordenó la puesta en libertad de Luis M. G., quien había estado en prisión preventiva durante 16 meses. La sentencia, que no es definitiva, incluye una indemnización para la víctima, así como restricciones para el acusado, quien no podrá acercarse a la menor ni trabajar con menores durante cinco años.
Este caso ha generado debates sobre la interpretación de la ley y la justicia en casos de agresión sexual, destacando la importancia de considerar el testimonio de los menores con especial cuidado y garantizar una investigación exhaustiva en estos casos sensibles.