Tras la reciente controversia relacionada con la cancelación del Premio Nacional de Tauromaquia por parte del Ministerio de Cultura, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto eliminar las competencias sobre tauromaquia del Ministerio de Cultura y trasladarlas directamente al Gobierno central.
Esta medida ha generado diversas reacciones, especialmente dentro del sector taurino, así como en los partidos políticos. El Partido Popular ha criticado la decisión, calificándola como «broma de mal gusto» y acusando al Gobierno de «sectarismo». Por su parte, Vox ha expresado que la ministra Urtasun «desconoce» la importancia histórica de la tauromaquia en España.
Incluso dentro del propio PSOE ha habido divisiones. García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha mostrado su descontento con la medida y ha anunciado la creación de unos Premios de Tauromaquia en su comunidad autónoma. Además, ha solicitado que la competencia sobre tauromaquia sea transferida directamente al ámbito del Gobierno central, argumentando que sería más coherente si un ministro que no aprecia la tauromaquia no tuviera la responsabilidad sobre su gestión.
Por otro lado, Ernest Urtasun, ministro de Cultura, ha defendido su autonomía para tomar la decisión de eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia sin consultar a los socios socialistas del Gobierno. Esta medida se llevó a cabo mediante una orden ministerial aprobada exclusivamente por su departamento, sin necesidad de pasar por el Consejo de Ministros.
La controversia continúa mientras se debate el papel del Gobierno en la promoción y protección de la tauromaquia en España.