La acampada por la paz en Palestina se traslada a una biblioteca de la Universidad Complutense

En una jornada marcada por las protestas y el activismo en favor de Palestina, estudiantes de la acampada interuniversitaria han convergido en la Biblioteca María Zambrano de la Universidad Complutense de Madrid. Este movimiento, que entra en su sexto día de protesta, ha cortado la calle Profesor Aranguren en el distrito de Moncloa-Aravaca como muestra de su descontento.

La movilización surge como respuesta a la negativa de los rectores de las universidades públicas madrileñas a adelantar una reunión prevista para el próximo viernes con las asociaciones estudiantiles. Además, se demanda una respuesta del Gobierno ante la propuesta de establecer una «línea de negociación directa» para solicitar la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel y empresas vinculadas a este país.

Mientras tanto, las acampadas propalestinas continúan desarrollándose en otras universidades de España, como la de A Coruña, Zaragoza, Granada y Barcelona, esta última coincidiendo con las elecciones catalanas de 2024.

La atención internacional también se centra en Alemania, donde al menos 49 manifestantes fueron detenidos durante una protesta propalestina en Berlín. La policía ha presentado cargos por diversos delitos, incluyendo incitación al odio y agresiones contra agentes.

En la Comunitat Valenciana, Compromís insta al Consell a «rectificar» su postura y condenar el genocidio contra el pueblo palestino. La coalición valencianista demanda una posición acorde con el derecho humanitario internacional y el apoyo a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos.

La crisis en Gaza también se refleja en el balance de víctimas, con más de 35.000 muertos y 78.755 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí hace 219 días, según el Ministerio de Sanidad gazatí.

Mientras tanto, la solidaridad con Palestina se manifiesta en el paseo marítimo de Valencia, donde cientos de personas han formado una cadena humana para denunciar el genocidio palestino y exigir un alto el fuego permanente.

El conflicto también afecta a la actividad electoral en la Universidad de Barcelona, donde se han instalado paneles opacos entre la acampada propalestina y las mesas de votación para evitar interferencias.

En resumen, el activismo en favor de Palestina continúa ganando fuerza en España y en el ámbito internacional, mientras las autoridades y la comunidad internacional buscan soluciones para una situación cada vez más urgente y compleja.

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