El líder de Junts, Carles Puigdemont, reconoce las pocas probabilidades que tiene de convertirse en presidente con los resultados actuales. Aunque el PSC ha obtenido 42 escaños y podría liderar el Gobierno con el respaldo de ERC y los Comunes, Puigdemont ha optado por una estrategia audaz este lunes. Por un lado, insta a los independentistas a presionar a ERC para que no apoye a los socialistas. Por otro lado, amenaza a Pedro Sánchez con desestabilizar su mayoría en el Congreso si se alía con el PP para investir a Salvador Illa.
La apuesta de Puigdemont para la investidura es la formación de un Gobierno independentista, confiando en su capacidad para reunir una mayoría coherente. Sin embargo, también necesita la abstención del PSC. Si los desacuerdos entre los partidos conducen al estancamiento, la posibilidad de nuevas elecciones en octubre en Cataluña se vislumbra en el horizonte.
Puigdemont, desde el sur de Francia, desafía a Pedro Sánchez, retándolo a descartar a Salvador Illa. Advierte que si no se convierte en presidente, la estabilidad del Gobierno central podría verse comprometida. En un intento por reanimar el ánimo independentista tras los resultados electorales, Puigdemont busca posicionarse como líder en un momento en que ERC ha sufrido un revés. Mientras tanto, el PSC se niega a respaldar la investidura del líder de la derecha independentista catalana.
Puigdemont ha iniciado conversaciones con ERC y ha expresado su intención de presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat en el debate de investidura, manteniendo la esperanza de evitar la repetición electoral.
El resultado electoral en Cataluña sugiere la posibilidad de que el PSC entre en el Gobierno después de 14 años. La suma de los escaños del PSC, ERC y los Comunes alcanza la mayoría absoluta en el Parlament. Mientras tanto, el independentismo enfrenta uno de sus peores resultados, con una importante caída en los escaños obtenidos por ERC.
El PP emerge como la formación política con mayor crecimiento, convirtiéndose en la cuarta fuerza política y acercándose a ERC en número de escaños. Ciudadanos, por otro lado, ha desaparecido del panorama político catalán en un corto período de tiempo.
Puigdemont había afirmado durante la campaña que no sería líder de la oposición, centrándose en recuperar el Palau de la Generalitat. Sin embargo, independientemente de su regreso a España, parece que Junts tendrá que considerar un cambio de liderazgo. En la misma línea, el líder de ERC, Pere Aragonès, sugiere que no es momento de hablar sobre su continuidad después de los resultados electorales.