Lambán se niega a votar a favor de la amnistía en el Senado por «insoportable deslealtad» consigo mismo

El senador del PSOE, Javier Lambán, ha tomado una decisión que refleja un conflicto interno de conciencia y responsabilidad ética. En un gesto que revela su firme compromiso con sus convicciones, Lambán se ha negado a votar a favor de la ley de amnistía en el Senado, argumentando que tal acto sería una «insoportable deslealtad» consigo mismo.

En una carta dirigida al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Juan Espadas, Lambán explica detalladamente su posición. A pesar de pertenecer al Grupo, siempre ha seguido el mandato de la dirección. Sin embargo, en esta ocasión, se enfrenta a una situación que lo lleva a reflexionar sobre su voto de una manera diferente.

Lambán expresa su preocupación por el impacto negativo que la ley de amnistía tendría en la convivencia y la democracia. Considera que la norma vulnera la igualdad de todos los españoles ante la ley y socava la autoridad moral y política del Estado para hacer frente al independentismo en el futuro.

Por tanto, Lambán concluye que no puede votar a favor de la ley de amnistía, ya que esto iría en contra de sus convicciones éticas y políticas, y no beneficiaría ni a su país ni a su partido. Como resultado, opta por no participar en la votación, buscando una solución equilibrada que evite contribuir, directa o indirectamente, a lo que considera un problema de convivencia y un daño a la democracia.

Su decisión refleja un dilema ético y político complejo que enfrentan muchos representantes políticos en situaciones controvertidas como esta. Aunque respeta la dirección del partido y el grupo parlamentario, Lambán hace valer su independencia moral y su responsabilidad hacia sus electores y sus convicciones personales.

La carta de Lambán refleja su compromiso con su tierra y su partido, así como su preocupación por el impacto de la legislación propuesta en la sociedad y la democracia en general. Su gesto destaca la importancia de la integridad personal y el debate ético en el ámbito político, recordando que la toma de decisiones no siempre es fácil y a menudo implica enfrentarse a dilemas difíciles.

La carta de Javier Lambán
Estimado Juan: Desde que formo parte del Grupo, siempre he votado de acuerdo con el mandato de la dirección. Pero la Proposición de Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña me emplaza a un planteamiento diferente. Como secretario general de los socialistas aragoneses, una responsabilidad que quiero ejercer de manera coherente hasta el último día, he reflexionado mucho sobre qué hacer en la votación del día de hoy para no añadir más dificultades a las que se ya se enfrentan mis compañeros en las instituciones a cuenta de la Ley de Amnistía, muy mal aceptada por la sociedad aragonesa y convertida en arma predilecta de la derecha contra ellos, lo cual les obliga al empeño constante de negar al PP la complicidad que espera del PSOE-Aragón para sus fines partidarios. Pero como español, como aragonés y como socialista, he venido oponiéndome repetidamente a esa ley. Las razones las he expuesto estos meses pasados hasta la saciedad: en mi modesta opinión, vulnera la igualdad de todos los españoles ante la ley; pone en quiebra la separación de poderes, clave de la democracia, y, en última instancia, socava la autoridad moral y política del Estado para hacer frente ahora y en el futuro al independentismo, que no dejará nunca de intentar la vía de la secesión porque forma parte de su razón de ser. Por todo ello, no puedo votarla a favor, porque incurriría en una insoportable deslealtad conmigo mismo, porque entraría en contradicción flagrante con mis convicciones éticas y políticas y porque estoy convencido que no le prestaría ningún servicio ni a mi país ni a mi partido. Así pues, tratando de dar con una solución equilibrada, solo he encontrado la de no participar en la votación, pensando en mis compañeros de Aragón y, a la vez, evitando dar mi apoyo por activa o por pasiva a algo que creo honradamente que está agravando el problema de convivencia en el resto del país y perjudicando la salud de la democracia, dicho sea con todo el respeto a la dirección del partido, al grupo parlamentario y a ti en particular. Por lo demás, no es la primera vez que se altera la unanimidad de voto socialista en relación con la cuestión catalana: ya lo hicieron hace algunos años los diputados del PSC en relación con el «derecho a decidir» con el ‘procés’ ya en marcha. Compañero Juan: sabes que tienes toda mi consideración y que, como senador autonómico nombrado por las Cortes de Aragón, te ayudaré en todo lo que pueda.
Un fuerte abrazo

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